Boveda 13: Memorial Acorazado Roma 

La visita de estas dos salas conviene iniciarla por la b14 y pasar luego a la b13.

Con respecto a esta sala se puede ver la reproducción, a tamaño natural, de la bomba Fritz X1400 que causó el hundimiento del acorazado Roma. Se trataba del primer dispositivo, con control remoto, de la historia.

También se muestran uniformes de la Armada italiana y el de la Armada española que se suministró a los náufragos que necesitaron ropa.

Se ha reconstruido el interior de un buque de guerra, con todo lo que constituía el mobiliario esencial con el que vivían los marineros.

Hay una taquilla que contiene algunos uniformes auténticos de miembros de la tripulación. Fotografías y documentales sobre el Roma, el Pegaso y el Impetuoso, barcos de la escuadra italiana, completan la historia.

Bóveda 14: Acorazado Roma

En 1943, a finales de la segunda guerra mundial, se produjo un episodio que afectó profundamente a la ciudad de Mahón y particularmente a este hospital.

Los hechos fueron los siguientes: la Italia fascista, ya vencida, había llegado a un armisticio con los aliados que exigía la entrega de la flota. El 9 de septiembre de 1943, una escuadra naval italiana de 22 barcos navegaba rumbo a la base de La Maddalena, en Cerdeña, cuando la fuerza aérea alemana, contraria a ese armisticio, les atacó en el Estrecho de Bonifacio. Era la primera vez en que se utilizaban bombas controladas por radio.

Dos bombas cayeron sobre el Acorazado Roma, buque insignia de la escuadra. Una de ellas en la Santa Bárbara lo que provocó la explosión y el rápido hundimiento del barco. De sus 2021 marineros, 1393 perdieron la vida y descansan en el fondo del mar. Siete barcos de la escuadra recogieron a 622 náufragos y pusieron rumbo a las Islas Baleares, ya que éstas pertenecían a un país oficialmente neutral y era conocido por muchos oficiales italianos de la flota que habían participado en la Guerra Civil española.

En la mañana del 10 de septiembre, casi 2000 personas llegaron a Menorca la cual era conocida por su Puerto y su Hospital Militar bien equipado y capaz de tratar a sus heridos. Médicos y enfermeras, con las Hermanas de la Caridad, se encontraron ante una emergencia excepcional. Muchos de los llegados estaban gravemente heridos o quemados, desnudos e incluso sin piel. 13 habían fallecido en el viaje y otros 13 murieron en el hospital. Estos fueron los 26 caídos del Roma, los únicos que pudieron ser enterrados en un cementerio, en Mahón. Los heridos fueron atendidos y cuidados en el Hospital.

Los llegados quedaron confinados en Mahón, hasta enero de 1944, en que los náufragos fueron trasladados a Caldas de Malavella. Los barcos con sus tripulaciones, permanecieron retenidos en el puerto de Mahón hasta el 25 de enero de 1945.

Durante esos 16 meses los marineros italianos hicieron amistad con las familias menorquinas que les habían recibido. Algunas bodas surgieron como consecuencia de esa relación.

Italia, tanto a nivel oficial como personal, ha expresado reiteradamente su gratitud por la ayuda recibida de los amigos españoles. Barcos de la Armada italiana, incluido el buque-escuela Americo Vespuccio o el Palinuro a menudo visitan este puerto, la Isla del Rey y el Mausoleo del Roma, en el cementerio de Mahón.

En esta sala encontramos muchas fotografías. Casi 300 fotos de los marineros junto con las banderas de las regiones, provincias y ciudades italianas de donde procedían. Se recuerda a los médicos y enfermeras que les atendieron y a Mama Mahón, como los marineros llamaban a Fortuna Novella, italiana de Carloforte y viuda de un menorquín, que vivía en Mahón y que actuó con los marineros, como una madre. Les abría las puertas de su casa a todos, les atendía, escuchaba y consolaba.

El elemento principal de esta sala, el modelo a escala 1:100 del Acorazado Roma, es el trabajo personal de un voluntario italiano, Mario Cappa, promotor a su vez de este pequeño museo que alberga numerosos recuerdos obtenidos a base de años de esfuerzo e investigación.

En una esquina, mirando idealmente a las Bocas de Bonifacio, sobre un atril de granito, regalo de Cerdeña, el libro de los caídos. En una vitrina recuerdos y objetos que pertenecieron a los náufragos y sus salvadores.

El Acorazado ROMA fue el último barco encontrado de los hundidos en la segunda guerra mundial. Fue el ingeniero italiano Guido Gay quien en 2012, después de 10 años de investigación y búsqueda, lo detectó a 1200 m de profundidad. Estaba partido en dos fragmentos a 600 m uno de otro. Anteriormente, para encontrarlo, se habían producido numerosos intentos frustrados, por parte de entidades públicas y privadas, italianas y extranjeras.